Opinión

Miguel Cabrera: ¿Será el año del MVP?

Independientemente de los resultados de anoche, los Tigres de Detroit amanecen hoy líderes de la División Central de la Liga Americana y ahora con un equipo más que reforzado, gracias a las incorporaciones de los venezolanos Aníbal Sánchez y Omar Infante.

El conjunto de la “Ciudad de los Motores” ha tenido un repunte como pocos durante las últimas semanas, gracias al renacer de su cuerpo monticular (14-4 y 3.59 de efectividad en julio) y a la explosión ofensiva de Miguel Cabrera.

El criollo ha tenido un mes de julio fuera de serie con .397 de average, 7 jonrones y 17 carreras remolcadas, que han servido para que Detroit haya ganado –hasta entonces- 14 de los 18 juegos disputados en este mes.

La coronación del buen momento que vive Cabrera llegó el domingo, cuando conectó dos jonrones para alcanzar los 300 cuadrangulares. Pero como él mismo dijo “lo importante es ganar juegos”, y esas dos conexiones, sirvieron también para barrer a los Medias Blancas de Chicago y quitarles el primer lugar de la División.

La actuación de Cabrera en julio le ha permitido subir escalones en los departamentos ofensivos de la Liga Americana. El maracayero es líder en hits (126) y carreras remolcadas (79), y por si fuera poco ya es tercero en promedio con .330 y suma 22 batazos de vuelta completa.

La temporada del tercera base venezolano ha sido solo el reflejo de una constante y magnifica carrera de 10 años, en la que ha colocado cifras realmente resaltantes para un jugador de su edad (29 años).

Por ejemplo, Cabrera se convirtió en el decimocuarto pelotero que llega a los 300 jonrones antes de cumplir los 30 años, pero además, entró a un selecto grupo de jugadores activos con .300 o más de average y 300 o más cuadrangulares: Albert Pujols (.326-462) Todd Helton (.320-354) Chipper Jones (.304-463) y Alex Rodríguez (.301-643).

Este año Miguel Cabrera finalmente podría obtener el premio MVP, un galardón que ha merecido desde hace tiempo, aunque lo más cercano que ha llegado es un segundo lugar en la votación en 2010.

Es obvio que no podemos dar como ganado de MVP  a un jugador, solo por un mes de temporada, pero eso tampoco es problema para el venezolano.

Debemos entender que Cabrera ha sido fundamental en la posición privilegiada que viven los Tigres de Detroit en la actualidad. Tanto la explosión ofensiva del criollo como la reacción felina se cruzaron en el mismo momento, y eso vale y hay que tomarse en cuenta.

Así como hay que tomarse en cuenta los primeros tres meses de temporada del criollo: en abril (.298 ave., 7 HR, 20 CI), mayo (.331, 2, 22) y junio (.311, 7, 20).

Tomando en cuenta el buen momento que vive el pitcheo, la fuerte ofensiva liderada por Miguel Cabrera y Prince Fielder, además de los refuerzos de última hora (Aníbal Sánchez y Omar Infante), Detroit parece encaminado a su segunda postemporada consecutiva.

El ganar el banderín de la División Central de la Americana sería un gran apoyo para Cabrera en sus pretensiones por hacerse con el MVP en esta campaña.

El año pasado lo ganó su compañero de equipo Justin Verlander, quien además obtuvo el Cy Young.

Pero este año sus máximos rivales por ese galardón pueden estar en Texas (Josh Hamilton), Anaheim (Mark Trumbo) o quizás en los Yankees (Robinson Canó).

En todo caso, Cabrera supera en la mayoría de las estadísticas a estos tres peloteros, solo falta ver si el venezolano puede mantener esos números hasta el final de la temporada. Basándome en los números, creo que si lo hará.

De hecho, Miguelito tiende a aumentar su cantidad de dobles, jonrones, carreras remolcadas, en los últimos tres meses de campaña. Y si a esto le sumamos la figura de Prince Fielder como protector de Cabrera en la alineación, no hay razón para pensar que esa tendencia cambiará este año.

La mesa está servida. Ya entramos a la parte final de la temporada de Grandes Ligas, y Miguel Cabrera sigue estableciendo marcas por doquier.

Jim Leyland lo comparaba hace días con superestrellas de otros deportes como Michael Jordan, Tom Brady o Wayne Gretzky, mientras que Andrés Galarraga lo alabó por todo lo que ha hecho en tan poco tiempo.

Y como no hacerlo, si actuaciones como las del domingo hacen pensar que la carrera de Miguel Cabrera no tendrá límites, y que su destino, al momento de retirarse, será estar en el Salón de la Fama al lado de Luis Aparicio, Babe Ruth, Willie Mays y compañía.

Alcides Escobar: ¿El más completo entre los campocortos criollos?

Crédito: Foto AP

Venezuela es definitivamente una máquina productora de campocortos. Es verdad que al culminar esta temporada perderemos a Omar Vizquel (se retira), considerado el mejor de todos los tiempos en dicha posición, pero no hay de qué preocuparse, ya que el legado está bien salvaguardado por Elvis Andrus, Asdrúbal Cabrera y Alcides Escobar.

Este último finalmente aprendió y comprendió el arte del bateo, un requisito indispensable para cualquier shortstop de la actualidad, especialmente si juegas en la Liga Americana.

Y es que, definitivamente el cambio de Liga le cayó como ‘Anillo al Dedo’ al venezolano, pues sus números ofensivos se han disparado desde su último año en Milwaukee (2010) hasta este 2012.

En 2010, el nativo de La Sabana, estado Vargas, apenas pudo promediar .235. No obstante, en 2011 su promedio ofensivo subió casi 20 puntos (.254).

Pero este año ha sido su graduación. En 85 encuentros está bateando para .312 de average, con cuatro jonrones y 27 carreras remolcadas.

Por si fuera poco, acumula juegos con dos o más imparables en 14 de sus últimos 25 cotejos, y el pasado sábado hizo algo inédito en su carrera: disparar dos jonrones en un mismo encuentro y ante un mismo lanzador.

Este último hecho es curioso, porque la última vez que un bateador de los Reales de Kansas City disparó dos batazos de cuatro esquinas ante los envíos de un mismo serpentinero ocurrió hace 44 años.

El varguense amaneció hoy como el campocorto de la Liga Americana con el average más alto (.312), superando a Derek Jeter. En hits es tercero con 99 y en porcentaje de embasado también lo es con .355 de promedio.

Pero, ¿cuál ha sido la razón para un cambio tan drástico en la manera y forma de producir con el madero?

Pues hay varias razones. La primera de ella es la confianza del manager Ned Yost.

Yost fue muy criticado el año pasado por darle varios turnos cruciales a Escobar, pero nadie más que el manager, para saber las debilidades y fortalezas de cada uno de sus jugadores.

Lo cierto es que esa confianza le permitió al campocorto de 25 años jugar con más soltura y terminar a todo tren la temporada 2011.

Ofensivamente terminó con .254 de average, aunque bateó desde junio hasta el final de la ronda regular para .286, siendo septiembre su mejor mes con .324.

Además, Escobar logró números interesantes, como sus 26 estafadas, para unirse a un selecto grupo de esa franquicia en el robar 20 o más bases para un torpedero en una campaña. Los otros fueron Freddie Patek, U.L. Washington y el dominicano Ángel Berroa.

Defensa de oro

Pero si hay algo que verdaderamente caracteriza y hace fuerte el nombre de Alcides Escobar en el mundo de las mayores es su defensiva.

Sus espectaculares jugadas y seguridad en el campocorto hacen recordar a Omar Vizquel en sus inicios, guardando las distancias, claro está.

La defensa fue la carta de presentación que le permitió a Escobar escalar posiciones hasta las Grandes Ligas.

El año pasado terminó primero en ambas ligas con 459 asistencias, 745 chances y 271 outs.

Este año solo ha cometido nueve errores, la misma cantidad que su compatriota Elvis Andrus y uno menos que otro venezolano: Asdrúbal Cabrera.

Obviamente, Cabrera es el más ofensivo de los tres, pero todavía tiene una deuda pendiente con su defensa. Andrus tiene alcance defensivo y velocidad para robar las bases, pero aun así, no superó a Escobar en asistencias, chances y out la campaña anterior.

Todas estas referencias hacen pensar que Escobar es, al menos en esta campaña, el campocorto criollo más completo de la actualidad.

Y está reflexión no es un capricho mío, ya que algunos colegas de Escobar piensan lo mismo.

El campocorto de los Atléticos de Oakland, Cliff Pennington, tiene a Escobar como su favorito en esa posición por su versatilidad, espectacularidad y seguridad en cada jugada.

Omar Vizquel también ha mostrado elogios para Escobar en el pasado, incluso, el mismo Andrus y Cabrera han hablado maravillas de la defensa de Escobar.

Ya en su quinta temporada en las Grandes Ligas, Escobar parece haber alcanzado la madurez no solo para defender por muchos años una de las posiciones más importante del beisbol, sino también para convertirse en uno de los bateadores más respetables en su puesto.

Un golpe perjudicial para Galvis

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Freddy Galvis se convirtió en el cuarto venezolano que arroja positivo en un examen antidoping de las Grandes Ligas. Previamente ocurrió con Juan Rincón, Rafael Betancourt y Eliézer Alfonzo.

Según informes de la Major League Baseball, los restos encontrados en la prueba del jugador es Clostebol, una sustancia, que por ser un esteroide anabólico, mejora el rendimiento físico de los atletas.

Ahora el criollo, quien se encontraba en la lista de incapacitados de 15 días, tendrá que asumir una suspensión de 50 juegos, que comenzó a correr desde ayer.

Pero, ¿Qué tan perjudicial puede ser esta sanción para Galvis?

En mi humilde opinión, respondería que muy perjudicial, tomando en cuenta que la situación que vivía el segunda base era idónea para mostrar todo su talento y consolidarse como un futuro titular e indiscutible en los Filis de Filadelfia.

Y es que, ante la lesión de Chase Utley, el manager de los Filis, Charlie Manuel, decidió darle el puesto de segunda base a este joven de 22 años. Obviamente su buen desempeño en la pretemporada también ayudo a que lograra su sueño y debutara esta temporada en las mayores.

A lo largo de los 58 encuentros que ha disputado en esta temporada, el criollo no tenía números brillantes en el apartado ofensivo (.226 AVE. 3 HR y 23 CI), pero su defensa fue implacable.

Galvis realizó 31 dobleplays, 151 asistencias, y apenas había cometido un error en los 55 juegos que participó a la defensiva, antes de ingresar a la lista de incapacitados debido a molestias en su espalda.

Pero aun con esas molestias, nada parecía peligrar su estancia en las mayores hasta esta suspensión.

50 juegos es una cifra muy alta para un jugador que estaba aprovechando las numerosas lesiones de su equipo, solo con el objetivo de hacerse con un puesto de titular y quedarse todo el año en el equipo grande.

Ahora Galvis corre el peligro de perder todo el trabajo realizado en su primera campaña en las mayores, pues la temporada está bien avanzada y no regresaría a la acción hasta que los Filis cumplan el encuentro 119 de su calendario.

Quizás para ese entonces ya Chase Utley esté de regreso y posiblemente le quite la posibilidad a Galvis de ser titular en el equipo, no solo por la condición de estrella del mismo Utley, que ya es bastante en la organización de Filadelfia, sino por lo complicado que sería retomar nuevamente su ritmo de juego.

Si Utley no llega en definitiva a ser la piedra de tranca para Galvis, que lo dudo mucho, entonces habría que tener cuidado con el dominicano Michael Martínez, el jugador que precisamente subió al equipo grande una vez que el venezolano entró a la lista de incapacitados.

Tanto Martínez como Galvis son de características similares: peloteros con poco arsenal ofensivo, pero bien educados en el aspecto defensivo.

Ahora Martínez tiene la posibilidad de aprovechar una buena oportunidad, con el mismo escenario que se le presentó a Galvis al inicio de la temporada.

Si este dominicano de 29 años plasma en el terreno de juego un trabajo parecido o mejor que el realizado por Galvis hasta ahora, el panorama se pondría difícil para el zuliano, pues ya no solo tendría que luchar contra Utley, sino también contra Martínez.

Sería una batalla complicada de ganar, con una temporada en su parte final, y con pocas oportunidades para mostrar que el ritmo de juego no será otro obstáculo para el criollo.

Crédito: Foto AP

Un punto clave a favor de Galvis es que su manager Charlie Manuel no olvide en el tramo final de la campaña, el excelente trabajo que realizó el venezolano a comienzo de la temporada

Por lo pronto, los Filis emitieron un comunicado donde explican que “siguen creyendo en las Grandes Ligas y aprueban la política de drogas del béisbol. También apoyamos a Freddy Galvis, en su determinación de dejar atrás este asunto y esperamos su regreso como miembro productivo de los Filis, tan pronto como sea posible.”

Estas declaraciones significan que los Filis siguen creyendo en su joven pelotero y cuentan con él para un futuro inmediato, al menos así lo manifiestan en este comunicado.

Ahora, habrá que esperar a su regreso, en el mes de agosto, y ver si Galvis puede regresar en forma, ganarse nuevamente un puesto como titular, o al menos en el equipo grande, y ayudar a los Filis en su división.

Autor: Julio César Aular